La historia del microfulfillment: de la bodega tradicional al corazón de la ciudad
Martes 4 de noviembre
Durante décadas, la cadena logística se construyó con un principio claro: operar lejos de la ciudad, en grandes centros de distribución en las periferias. Espacio abundante, costos más bajos y rutas amplias hacían sentido para un modelo diseñado para mover mercancías a tiendas físicas.
Pero el mundo cambió.
Del “just-in-case” al “just-in-time” urbano
Con el auge del e-commerce y después, con la aceleración que trajo la pandemia las reglas se reescribieron. Ya no se trataba sólo de entregar rápido… sino de entregar casi en tiempo real.
El consumidor empezó a esperar:
- compras en minutos,
- disponibilidad inmediata,
- devoluciones fáciles,
- entregas sostenibles.
Así nació la presión por tener inventario más cerca del cliente, no a kilómetros de distancia.
Y con eso, la palabra clave: proximidad.
El nacimiento del microfulfillment
A partir de 2016-2017 las primeras startups y retailers globales experimentaron con un concepto innovador: pequeños centros de fulfillment dentro o muy cerca de las ciudades, altamente automatizados, que combinan eficiencia con rapidez y ubicaciones estratégicas.
La tendencia explotó cuando:
- Amazon lanzó sus primeros centros urbanos avanzados,
- Los dark stores y last-mile hubs se volvieron parte del paisaje urbano.
La lógica era simple: “Si el cliente está en la ciudad, la operación también.”
El modelo MFC hoy
Los microfulfillment centers se convirtieron en infraestructura crítica para:
- e-commerce,
- quick commerce,
- grocery,
- 3PLs,
- salud y farmacias,
- marcas direct-to-consumer.
Un MFC típico ofrece:
- automatización compacta (shuttles, miniloads, AMRs, sorters),
- software predictivo,
- picking híbrido (humano + robot),
- integración con entregas de última milla.
Y sobre todo: velocidad + eficiencia en espacios urbanos premium.
Por qué México está viviendo su momento
Luego llegó el nearshoring, y con él, una nueva etapa para la logística en México.
Hoy México no solo es plataforma de manufactura global, también es:
- centro logístico regional,
- base de operaciones e-commerce para Latam,
- mercado urbano masivo.
La Ciudad de México, con más de 22 millones de habitantes en la zona metropolitana, es el laboratorio perfecto: demanda altísima, tiempos de entrega cada vez más exigentes y necesidad de infraestructura moderna dentro de la ciudad.
Microfulfillment en la CDMX: espacios estratégicos
Los grandes jugadores ya lo entendieron: la logística urbana es ventaja competitiva.
Parques como:
- OD 888— parque logístico norte, industria, conectividad y rehabilitación urbana.
- OD Tlalpan — sur de la ciudad, metro, comercios, con espacio flexible para tecnología y operaciones urbanas.
- OD Vallejo — hub logístico dentro de la ciudad, infraestructura moderna, cercanía laboral y acceso a los principales corredores industriales.
representan la evolución natural del mercado: espacios diseñados para operaciones eficientes, seguras y modernas en zonas centrales.
No todas las naves pueden operar microfulfillment. Se requiere:
- infraestructura robusta,
- accesos,
- servicios,
- seguridad,
- operación clara y profesional,
- visión institucional.
Eso explica por qué las marcas líderes buscan espacios preparados para la innovación logística.
Lo que viene
El futuro del fulfillment está aquí y tiene tres claves:
- Cercanía al cliente
- Tecnología integrada
- Espacios urbanos inteligentes e institucionales
Microfulfillment no es una tendencia:
es la nueva infraestructura de las ciudades modernas.
Y apenas estamos empezando.
En la ciudad, cada minuto cuenta.
La logística del futuro nace donde vive el consumidor